Apefadal
Desde el año 2011

La historia del Tchoukball en España

El 24 de Marzo de 2011 La asociación de Profesorado de educación Física ADAL organizamos un curso básico coach "C" de la FITB (Federación Internacional de Tchoukball) impartido por Julio Calegari en el INEF de Madrid en la que participaron 50 de los cuales 28 estaban interesados en la titulación. Aprovechando este curso 16 participantes, la mayoría de ApefADAL firmaron el Acta fundacional de la Asociación española de Tckoukball.
El 8 de junio de 2011 entregamos la documentación en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio de Interior para dar de alta a la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE TCHOUKBALL, el 28 de Julio de 2011 queda registrada la asociación con el número 598210 y en Hacienda quedamos registrados con el NIF: G 86289634 David García Castro profesor de Educación Física y vicepresidente de la AETB, preparó un equipo para participar como invitado en el campeonato mundial de Tchoukball en Ferrara (Italia) en agosto de 2011. El 3 de agosto de 2011 la FITB aprueba nuestro ingreso.
1º Logo AETB

Nuestra primera cita internacional

A finales de julio, 12 jugadores y siete acompañantes partimos hacia Italia para conseguir hacer realidad un sueño. España había sido invitada al mundial de Ferrara y lo ibamos a disfrutar al 100%. Atrás quedaron todos los entrenamientos en la calle, los papeleos para poder acudir y todo el esfuerzo en encontrar patrocinadores que abarataran el viaje. Allí estábamos para jugar y así lo hicimos.
El debut soñado comenzó con un partido contra un combinado de jugadores de Singapur a los que conseguimos ganar con solvencia. Pocas veces en la historia una selección en su debut ha podido comenzar ganando en un mundial. Después fueron llegando selecciones de un nivel mucho mayor; Brasil, Gran Bretaña, Taiwan, Italia y República Checa. Con estos últimos realizamos un partidazo tremendo y acabamos empatando en el último segundo. En el desempate ellos fueron mejores y se clasificaron en el grupo de arriba. La liguilla final nos hizo volver a enfrentarnos contra Singapur (que les volvimos a ganar) y contra Francia, donde tuvimos balón para empatar en el último segundo y fallamos.
En esos cinco días pudimos enamorarnos de un deporte que nunca dejará de ponernos esos pájaros en el estómago. Tuvimos la gran oportunidad de aprender del campéon (Taiwan) y el subcampeón (Italia), además de conocer a grandes personas que en algún momento nos ayudarían a seguir creciendo.

Un desarrollo a todos los niveles

Logramos poner la semilla del tchoukball español en Europa y ya no nos íbamos a bajar del carro. Ahora nos tocaba ser la primera selección no africana que iba a jugar un partido en África. La propuesta nos llegó a finales del año 2011 y en poco tiempo nos organizamos para ir ocho jugadores a Essaouira a principios de febrero de 2012.
Allí representamos a España y vivimos una de las experiencias de nuestra vida. Los anfitriones nos trataron fenomenal durante todo el viaje. Comimos fenomenal, pudimos hacer turismo, el riad donde nos hospedábamos era de cuento... todo fue perfecto. Una vez nos pusimos en faena, todo cambió cuando empezamos a jugar. La presión del público era algo que nunca habíamos sentido ninguno de nosotros y no hizo más que espolearnos para subir nuestro nivel. El partido acabó con nuestra victoria y con un gran aplauso de toda esa grada que segundos antes nos presionaba para fallar
Una gran experiencia, tanto deportiva como vital, y un paso más para colocar a España en el universo del tchoukball mundial. Pronto llegarían invitaciones para torneos y una profunda labor de desarrollo a nivel nacional. Cursos en Getafe y Leganés, torneos internos en Alcobendas, entrenamientos... la cosa empezaba a marchar.
Durante el verano de 2012, los compañeros de la federación francesa nos invitaron a ir a su torneo internacional en Pont de Vaux y no nos lo pensamos. Tenía un formato que luego seguiríamos aplicando en España durante un tiempo. Equipos de cinco jugadores y partidos a un tiempo de 15 minutos. La idea nos gustó y conformamos tres equipo: TB Madrid, TB Getafe y TB Fusión.
La expedición contaba con 16 tchoukballers entre chicos y chicas. En cuanto a los resultados hay que destacar que Fusión consiguió quedar el tercero del torneo, primer equipo mixto de entre los que compitieron, y que tanto Getafe como Madrid dejaron el pabellón muy alto con varios partidos ganados. Además del torneo, la selección francesa nos ofreció hacer un partido con ellos una vez finalizaran los encuentros de la tarde. Obviamente los españoles aceptamos de buen grado y a media tarde comenzó el amistoso. Un gran selección francesa nos sorprendió en el primer tiempo y fuimos a remolque todo el partido. Al final empezamos una remontada épica, pero no pudimos alcanzarles y perdimos por pocos puntos.
Lo bueno de todo esto es que los tres equipos se fueron constituyendo y comenzando a crearse de cara a nuestros torneos nacionales.
Nuevo logo de la AETB

EL AÑO DONDE COMENZÓ EL CAMBIO

El año 2014 significó un punto de inflexión para el tchoukball en España ya que entraron de manera activa los equipos de Getafe y Málaga. Los cursos de ADAL en el Sur de Madrid fueron enganchando a un grupo de profesores de Educación Física, que a la postre serían los creadores de Tchoukbaler@s Arenas-Getafe. A su vez, el Tchoukball llegó a Málaga y se constituyó el conjunto Tchoukball la Roca.
En julio de ese mismo año participamos en el Europeo de Radevormwald, Alemania. En esta ocasión los chicos no iban a ir solos. Cuatro chicas españolas, junto con tres belgas y tres noruegas, conformaron la primera selección española femenina de Tchoukball. Esta es otra de las historias bonitas de este deporte. En una competición oficial varias nacionalidades pueden juntarse si no tienen suficientes representantes bajo la bandera del que más jugadores/as tenga en dicho equipo
Esta heterogénea selección consiguió hacer un gran campeonato, máxime sin haber jugado nunca juntas y apenas conocerse. España logró vencer en dos ocasiones a Francia, merced a una gran defensa y a un efectivo ataque. El resto de selecciones presentaban escuadras mucho más rodadas y eso se notaba con el transcurso de los encuentros.
La experiencia fue espectacular y las amistades con sus ocasionales compañeras de viaje aún siguen vigentes. Compañerismo, solidaridad y amor por un deporte, los tres factores que sirvieron para conjuntar unos caracteres tan dispares.
La selección masculina llegaba con bastantes caras nuevas con respecto al anterior mundial, hasta cinco jugadores se estrenaban en una gran competición. Algunos de ellos sí que habían disputado los partidos amistosos contra Francia y Marruecos, pero para otros era su primera gran cita.
Caímos encuadrados en un grupo muy difícil en el que, a priori, podríamos competir en igualdad de condiciones contra Bélgica. Gran Bretaña, Alemania y Suiza nos lo pusieron muy difíciles y poco pudimos hacer contra ellos. Contra Bélgica pudimos disfrutar de un partido de poder a poder en el que al final acabó pesando más su juventud y se llevaron el gato al agua.
En la segunda ronda nos tocó jugar contra Francia y el encuentro tuvo un desenlace parecido al de Bélgica, pero un desarrollo diferente. Los galos comenzaron mandando en el marcador y fueron regulando su ventaja haciendo imposible culminar nuestra remontada . Ahí no iba a quedar la cosa, aún nos quedaba un último partido contra la selección B de Alemania. Empezamos con dificultades a la hora de defender y se marcharon en el electrónico, momento en el que hicimos varios cambios en ataque y la cosa funcionó. Poco a poco fuimos remontando hasta ganar el partido, incluso con comodidad. Un buen sabor de boca para una competición en la que habíamos dado el callo pero los resultados no habían acompañado.
Nuevo logo de la AETB

LA LIGA YA ES UNA REALIDAD

Todas las conversaciones y sueños de tener una liga de Tchoukball en España iban cogiendo forma. En 2015 se empezó a utilizar el modelo de equipos mixtos de cinco jugadores, partidos de 15 minutos a tiempo corrido y un sistema de puntuación global sumando lo de todos los torneos. El orden final de cada jornada iba a ser el que marcara los puntos. Si jugaban 7 equipos, el primero se llevaría 7 puntos, el segundo seis y así sucesivamente hasta que el último se llevara un punto. Durante esta temporada llegaron a jugar 10 equipos.
La Roca Málaga, Getafe, Víctor Pradera, Tres Olivos, Tafad, Arenas, Leganés, Gredos, Fusión y Deportistas Ambulantes fueron los equipos que disputaron esta primera Liga de Tchoukball. Un éxito de participación y colaboración con ayuntamientos como los de Leganés, Getafe, Alcobendas y San Martín de la Vega o colegios como el Gredos San Diego y Tres Olivos.
Otro de los hitos más importantes del año fue que España llevó por primera vez a una escuadra a la Silver Cup, segundo torneo continental por importancia. Tchoukball Fusión Madrid, al ser el ganador del campeonato de España anterior, fue el representó a España en Torino. Allí consiguieron una más que meritoria 8ª posición por delante de franceses y alemanes.

Una nueva hornada de jugadores

Gracias a la Liga el nivel del tchoukball en España creció y el europeo que se vislumbraba en el horizonte animó aún más a tod@s. Jicin, en plena República Checa, era el lugar elegido para el ETC 2016. La ausencia de los jugadores más veteranos y el paso al frente de los últimos en llegar provocó una auténtica revolución en la selección masculina, siendo hasta ocho jugadores los que se estrenaban en una gran cita.
Por su parte, las chicas hicieron historia al completar la primera selección enteramente española que iba a defender los colores de nuestro país. En este caso, todas eran nuevas e incluso la FITB les pidió permiso para que abrieran el equipo a una jugadora polaca que no había podido entrar en su selección.
El nivel en el tchoukball femenino europeo es altísimo y nuestras chicas estuvieron peleando siempre hasta el último minuto. Cada partido servía de aprendizaje y se notaba que minuto a minuto mejoraban en su juego. Unos partidos fueron más igualados y otros más descompensados, pero siempre dando la cara y asimilando conceptos del tchoukball a siete hasta ahora desconocidos.
La selección masculina llegaba con ocho caras nuevas y con algunos jugadores muy jóvenes. El futuro hacía acto de presencia por primera vez en una competición continental. Sin estar nada acostumbrados a jugar con siete jugadores, todos los partidos fueron un aprendizaje exprés. El nivel de las selecciones europeas masculinas también había pegado un salto de calidad y nos pilló un poco fríos.
Algunos de los tiempos de los que constan los partidos fueron magníficos y plantamos cara a selecciones como Polonia o Italia, pero nos faltaba una regularidad clave para conseguir las victorias. Lo mejor de todo es que nos quedamos con las indicaciones de los compañeros de otras selecciones y día a día seguimos trabajando para superarnos.
Las sensaciones no fueron las mejores, pero el aprendizaje es clave en este deporte y siempre que se sale de España hay que ser una esponja. Desde ese momento, el crecimiento del tchoukball en España ha tomado un camino más dedicado al entrenamiento y la dedicación para tratar de acortar las diferencias con el resto.
Nuevo logo de la AETB

LA LIGA YA ES UNA REALIDAD

Todas las conversaciones y sueños de tener una liga de Tchoukball en España iban cogiendo forma. En 2015 se empezó a utilizar el modelo de equipos mixtos de cinco jugadores, partidos de 15 minutos a tiempo corrido y un sistema de puntuación global sumando lo de todos los torneos. El orden final de cada jornada iba a ser el que marcara los puntos. Si jugaban 7 equipos, el primero se llevaría 7 puntos, el segundo seis y así sucesivamente hasta que el último se llevara un punto. Durante esta temporada llegaron a jugar 10 equipos.
La Roca Málaga, Getafe, Víctor Pradera, Tres Olivos, Tafad, Arenas, Leganés, Gredos, Fusión y Deportistas Ambulantes fueron los equipos que disputaron esta primera Liga de Tchoukball. Un éxito de participación y colaboración con ayuntamientos como los de Leganés, Getafe, Alcobendas y San Martín de la Vega o colegios como el Gredos San Diego y Tres Olivos.
Otro de los hitos más importantes del año fue que España llevó por primera vez a una escuadra a la Silver Cup, segundo torneo continental por importancia. Tchoukball Fusión Madrid, al ser el ganador del campeonato de España anterior, fue el representó a España en Torino. Allí consiguieron una más que meritoria 8ª posición por delante de franceses y alemanes.

Una nueva hornada de jugadores

Gracias a la Liga el nivel del tchoukball en España creció y el europeo que se vislumbraba en el horizonte animó aún más a tod@s. Jicin, en plena República Checa, era el lugar elegido para el ETC 2016. La ausencia de los jugadores más veteranos y el paso al frente de los últimos en llegar provocó una auténtica revolución en la selección masculina, siendo hasta ocho jugadores los que se estrenaban en una gran cita.
Por su parte, las chicas hicieron historia al completar la primera selección enteramente española que iba a defender los colores de nuestro país. En este caso, todas eran nuevas e incluso la FITB les pidió permiso para que abrieran el equipo a una jugadora polaca que no había podido entrar en su selección.
El nivel en el tchoukball femenino europeo es altísimo y nuestras chicas estuvieron peleando siempre hasta el último minuto. Cada partido servía de aprendizaje y se notaba que minuto a minuto mejoraban en su juego. Unos partidos fueron más igualados y otros más descompensados, pero siempre dando la cara y asimilando conceptos del tchoukball a siete hasta ahora desconocidos.
La selección masculina llegaba con ocho caras nuevas y con algunos jugadores muy jóvenes. El futuro hacía acto de presencia por primera vez en una competición continental. Sin estar nada acostumbrados a jugar con siete jugadores, todos los partidos fueron un aprendizaje exprés. El nivel de las selecciones europeas masculinas también había pegado un salto de calidad y nos pilló un poco fríos.
Algunos de los tiempos de los que constan los partidos fueron magníficos y plantamos cara a selecciones como Polonia o Italia, pero nos faltaba una regularidad clave para conseguir las victorias. Lo mejor de todo es que nos quedamos con las indicaciones de los compañeros de otras selecciones y día a día seguimos trabajando para superarnos.
Las sensaciones no fueron las mejores, pero el aprendizaje es clave en este deporte y siempre que se sale de España hay que ser una esponja. Desde ese momento, el crecimiento del tchoukball en España ha tomado un camino más dedicado al entrenamiento y la dedicación para tratar de acortar las diferencias con el resto.