El tchoukball llegó a mi gracias a David García Castro. Después de un entrenamiento del BM Ziury, David nos comentó la posibilidad de empezar a entrenar a un deporte nuevo y muy parecido al balonmano. También nos comentó que si nos lo currábamos podríamos ir al Mundial de Ferrara en 2011 representando a España. Así hicimos durante tres largos meses en los que aprendimos a montar campos, conocimos formas de entrenar de lo más precario y sobre todo le pusimos mucho corazón.

Cuando acabamos el Mundial nos enfrentamos al reto más importante y duro de todos... establecer un deporte nuevo en España. El reto era difícil y un grupo de personas decidimos arrimar el hombre para empezar a conseguir lo que hoy tenemos. Durante ese tiempo seguimos enamorándonos del deporte y aprendiendo de él. Viajamos a Essaouira para ser la primera selección occidental en disputar un partido en el continente africano, completamos tres equipos para competir en nuestro primer torneo internacional en Pont de Vaux, renovamos la selección para jugar un amistoso contra la selección francesa...

Todo esto caló en mi y desde ese día sigo intentando empujar el tchoukball español con todas mis posibilidades. En este momento soy el seleccionador nacional femenino y me encuentro encantado con el grupo que estamos formando. Además, soy uno de los fundadores de Tchoukball Fusión Madrid y el papá de esta humilde web.